lunes, 18 de febrero de 2013

Un Verdadero Cristiano


Nosotros los cristianos evangélicos, debemos de cuidar nuestra Vestidura Espiritual para el momento de la venida de nuestro Señor Jesucristo, quien murió en la cruz por todos nosotros pagando nuestros pecados y darnos vida eterna. ESTO NADIE MÁS LO HIZO.


Es por ello que debemos seguir sus ejemplos, así como Moisés. Un verdadero cristiano se muestra ante los demás tal y como es. Es decir, no anda con un pie en lo mundano y con el otro pie en los caminos de Dios. Su manera de hablar es diferente, habla de Dios. Alimentar más su vida espiritual . Comparte con otros hermanos.

Busca siempre de Dios en oración, leyendo las Sagradas escrituras.

Entienda bien, no es Pedro, ni María, ni ningún otro santo; sino Jesucristo es su Salvador; porque así está escrito en la Biblia.

Desafortunadamente con el paso del tiempo, la palabra “Cristiano” ha perdido mucho de su significado y a menudo es utilizada para describir a alguien religioso o que tiene altos valores morales, en lugar de un verdadero seguidor de Jesucristo nacido de nuevo (ésta vez en el espíritu) como lo vemos en Juan 3:3.

Las escrituras enseñan: Que un verdadero cristiano, es un hombre santo (Hb.12:14. Dice: Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

“Conoce el Señor a los que son suyos, y Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo” (2 Timoteo 2:19).

Hay centenares de iglesias y sectas que se llaman cristianas. Sin embargo, todas tienen entre sí ciertas diferencias básicas

Si entendiéramos lo que la Biblia dice en forma tan clara y sencilla: Jesús dijo muy claramente: "Vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán" (Mt. 24:5). Téngase en cuenta que esta personas NO vienen en su propio nombre, sino en el nombre de Cristo. Estos falsos profetas no dicen que ellos son Jesucristo, sino que se valen del nombre de Él para enseñar sus falsas ideas religiosas y sus conceptos bajo el estandarte del cristianismo.

Un joven le preguntó a Jesús: "Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?" Él le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mt. 19:16-19).

Jesús enseñó claramente que el CAMINO que conduce a la vida eterna incluye la obediencia a Dios, y el cumplimiento de sus mandamientos.

En el sermón del monte, Jesús nos enseñó, en toda su magnitud, la ley espiritual de Dios, a saber, los diez mandamientos. Un estudio detenido de las palabras de Jesús en el sermón del monte nos muestra que en lugar de abolir los mandamientos, los hizo más firmes y obligatorios. No solo les recordó a sus discípulos el mandamiento de no matar, sino que les enseñó que el mero hecho de odiar al hermano era equivalente a cometer homicidio (Mt. 5:21-22; 1 Jn. 3:15).

Luego explicó que el verdadero cristiano no solo debe abstenerse de cometer el acto del adulterio, sino que: "Cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón" (Mt. 5:28).

Pero muchos son los que no se ajustan a esta regla y llamándose cristianos practican lo que les viene en gana, no temen a Dios y sus vidas están llenas de pecados.

Si tú, amigo lector, eres uno de ellos, al menos sé honesto contigo mismo y para con Dios.

Reconoce tus faltas y arrepiéntete y conviértete en un verdadero cristiano.

Congrégate en una Iglesia Evangélica que practique el verdadero cristianismo.

Un verdadero Cristiano es una persona que ha puesto su fe y confianza en la persona de Jesucristo, que reconoce que Él murió en la cruz como pago por todos los pecados personales de cada uno de nosotros y que resucitó al tercer día para obtener la victoria sobre la muerte, para dar la vida eterna a todos los que creamos en Él. Juan 1:12 nos dice: “Más a todos lo que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” Un verdadero cristiano es en verdad un hijo de Dios, una parte de la verdadera familia de Dios, y uno a quien le ha sido dado una nueva vida en Cristo. Por lo tanto Dios pone un deseo en el corazón del cristiano de cambiar totalmente su estilo de vida y le incentiva a llevar una vida santa y pura. La marca de un cristiano verdadero es demostrar amor hacia los demás y la obediencia a la Palabra de Dios. Esto lo vemos en las Sagradas Escrituras en 1 Juan 2:4 y en 1 Juan 2:10.


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